Es difícil que pase un día en nuestras vidas sin que la palabra actitud sea parte de nuestra conversación. La mencionamos en nuestros trabajos, con nuestra pareja, y especialmente con nuestros hijos. Esta palabra es usada para dar un halago, pero también es usada para quejarnos acerca de alguien. Esta palabra puede significar la diferencia entre un asenso o una democión. Algunas veces la sentimos, y algunas otras la vemos. Al final del día, la actitud que tengamos en nuestras vidas determinara en gran manera las cosas que podamos o dejemos de alcanzar.
Ahora que estamos empezando un nuevo año, te invito a que juntos aprendamos que es lo que Dios tiene que decir acerca de la actitud y como podemos permitir que El la moldee para que podamos convertirnos en los hombres y las mujeres que tanto deseamos ser.