El propósito de presentar a los bebés en la iglesia es reconocer quién es Dios como Creador y Señor, y quiénes somos nosotros como recipientes del regalo que son los bebés. Nuestra tarea como padres es apuntar a nuestros hijos desde temprana edad al Salvador y Señor Jesús, y orar por ellos día a día para que Dios les dé Su gracia para que puedan ver la belleza de Cristo por medio del Espíritu Santo. La congregación apoya a los padres para que juntos podamos tomar la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos sobre nuestro Dios y participar en ver a Dios obrando Su obra de salvación en nuestros hijos. Muchos padres tienen ansiedad y temor de cómo guiar a sus hijos al Señor, y como congregación podemos ayudarles a juntos humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, echando toda ansiedad sobre Él, y ¿por qué? Porque Él tiene cuidado de nosotros, (1 Pedro 5:6–7).